¡Feliz Día Mundial de la Alimentación! La Unión Europea (UE), por medio del proyecto EUROSAN Occidente y junto a la Unidad Técnica de Seguridad Alimentaria y Nutriciional (UTSAN), conmemoran esta importante fecha, pero también reflexionan sobre las implicancias que tiene en la alimentación y nutrición de todas las personas.
Los efectos del cambio climático, sumados al impacto del COVID-19, han dejado manifiesto que los países aún no desarrollan un sistema resiliente para alimentar a toda la población sin importar los embates que reciba la sociedad.
Bajo esta lógica es donde los esfuerzos para construir un modelo de producción inclusivo, sostenible, amigable con el ambiente y que permita la diversificación toma relevancia, pues fueron los pequeños productores y productoras quienes durante este periodo sostuvieron la alimentación de las ciudades, por lo que necesitan de apoyo para su desarrollo.
La UE con el proyecto EUROSAN Occidente trabaja en crear sistemas productivos resilientes para mejorar la alimentación y nutrición de 15,000 familias hondureñas, apoya a 10 mancomunidades que abarcan 63 municipios, implementa 8 proyectos de innovación con impacto nacional y contribuye con el Gobierno para implementar la Política y Estrategia de Seguridad Alimentaria y Nutricional, lo cual es un esfuerzo decidido para lograr una Honduras sin Hambre.
Pero este esfuerzo es focalizado y se necesita tomar conciencia por parte de la sociedad para que los beneficios de este tipo de proyectos perduren en el tiempo.
Preferir alimentos saludables, comprar localmente para apoyar a los productores, reducir el consumo de alimentos procesados, integrar en la dieta frutas y verduras frescas, reducir el consumo de grasa, azúcar y sal, exigir un etiquetado “responsable” y entendible de los productos envasados, son algunas de las acciones que las personas pueden iniciar para cumplir con este objetivo macro de reducir la pobreza y el hambre en el mundo.
En Honduras, es prioritario a nivel de las políticas públicas que se brinde una mayor atención a la producción agrícola, se estimule la cooperación técnica, se promueva la participación de las poblaciones rurales, se implementen tecnologías y se fomente la solidaridad.
Estas y otras acciones se incluyen en la Política y Estrategia de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PyENSAN), por lo que los cooperantes, sociedad civil, el Gobierno, las personas, los gremios, todos debemos impulsarla para que avancemos hacia la seguridad alimentaria y nutricional.
Preservar el acceso a alimentos nutritivos seguirá siendo esencial en todo el mundo, lo que se evidencia en tiempos de pandemia, pero es una necesidad que debemos recordar cada día, en especial hoy que es el Día Mundial de la Alimentación.
